
He podido leer en las últimas semanas algunas medios de comunicación que tratan de hacer alarde de la película “Ángeles y Demonios” basada en la novela escrita por Dan Brown.
La verdad, y es que para ser sinceros poco me ha interesado el tema en cuestión, sobre todo por la historia que le precede. Si bien es cierto, nunca me ha interesado por leer a Dan Brown, sí tuve la oportunidad de mirar la película denominada “El Código da Vinci”, y quedé decepcionado, ya que me pareció un juego mal intencionado para tratar de ganar adeptos a costa de algunas ilusorias ideas sobre la Iglesia católica. Es por ello que “Ángeles y Demonios” ni siquiera me ha impulsado para mirar la cartelera, sin embargo no descarto perder un rato de mi tiempo mirándola para luego poder criticarla con mayor fundamento.
En fin, antes de ir a una sala de cine a ver la película en cuestión, quiero dejarles algunas frases con las que L`Osservatore Romano, el diario oficial de la Santa Sede, ha calificado la ya taquillera película, en la cual desestima toda la alharaca que muchos medios de comunicación han querido hacer alrededor de la polémica que creyeron podría generar una desteñida historia en la que nuevamente se utiliza a la Iglesia como herramienta para ganar “raiting”.
L`Osservatore la calificó como “inofensiva”, como “una operación comercial gigantesca e inteligente” llena de “personajes estereotipados”. Por último el diario concluye que la película ofrece “más de dos horas de entretenimiento inofensivo que difícilmente afecta la genialidad y misterio del cristianismo”, y agregó que es “un videojuego que despierta curiosidad y también, quizás, es un poco divertido”.
En conclusión. dejémonos de polémicas infundadas, a la Iglesia lo que le da es risa la novelita y su película, puesto que en nada refleja la realidad ni la historia del catolicismo, y a quien le afecte lo mostrado ahí, es simple y sencillamente por ignorancia y por algún problema psicológico por el cual no le es capaz de distinguir entre ficción y realidad.
Me parece que lo preocupante y doloroso, es que una vez más se utilice a la Iglesia y al Papado como medio para vender, inventado historietas de cuarta alrededor de la Santa Iglesia, con el único ánimo de llevar dólares a los bolsillos de unos pocos.
Por: Jorge Zúñiga Abarca
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