jueves, 28 de mayo de 2009

Padre Alberto desertó


El día de hoy me tomó por sorpresa la noticia que el Padre Alberto Cutié, luego del escándalo mediático que generaron unas fotografías con una mujer en una playa de Miami, abandonaba la Iglesia Católica para incorporarse a la Iglesia Episcopal, que no es más que una rama de la Iglesia Anglicana.

Haciendo un poco de historia, podemos recordar que la Iglesia Anglicana se separa de la Iglesia Católica debido al rey Enrique VIII, famoso por haberse casado seis veces y por ejercer el poder más absoluto entre todos los monarcas ingleses. Entre los hechos más notables de su reinado se incluye su ruptura con la Iglesia Católica Romana, y su establecimiento como cabeza de la Iglesia de Inglaterra (Iglesia Anglicana), la disolución de los monasterios, y la unión de Inglaterra con Gales.

La Iglesia Episcopal, es la rama en Estados Unidos de la Iglesia Anglicana.

Enrique VIII separa la inglesa Inglesa de la Iglesia Católica, porque el Papa no le permite divorciarse. Sin ahondar más en detalles históricos, que no es el objetivo de este artículo, podríamos pensar que el Padre Alberto Cutié es el Enrrique VIII de nuestros tiempos, puesto que su decisión ante la imposibilidad de casarse y seguir ejerciendo el sacerdocio católico fue la autoseparación de la comunión con el Papa.

Yo no quiero entrar ni ahondar en el tema del celibato, puesto que será tema de un artículo posterior. Quiero ahondar en algo que me llama aún más la atención, y es la actitud del Sacerdote Mediático.

Cuesta trabajo pensar, y hacerse la idea de como alguien que ha defendido su Iglesia, a través de los medios de comunión, en su Parroquia, en la Televisión, la radio y donde haya podido, en menos de un mes decide abandonarla, tirar por la borda el decir y el hacer de muchos años y pasarse así de fácil, como quien cambio un simple par de zapatos por otro.

Que quede en actas que no le critico el haberse enamorado, eso está entre las posibilidades que se tienen con el sólo hecho de ser un Humano.

Aún le recuerdo en una serie de reportajes para EWTN que denominaba "En el corazón de la Iglesia" donde se le veía con la Basílica de San Pedro en el fondo. Me preguntó que hará ahora el Padre Alberto tan lejos de corazón de la Iglesia? Que hará tal lejos de Pedro? Porque no pensó en retirarse del sacerdocio, casarse y convertirse en un laico comprometido con la Iglesia Católica? Será que necesita de los medios de comunicación, de la polémica, y de que lo miren por televisión y que el sacerdocio sólo ha sido un medio para incursionar en esa vida mediática en la muy "light" Miami?


No entiendo, como en un mes logra malograr años de formación Eclesiástica y sale corriendo en busca de una comunidad religiosa que se ha caracterizado por tolerar cualquier exceso, hasta el punto de contar con obispos homosexuales. No es un secreto que la Iglesia Anglicana está en crisis, y es ahí donde el padre Cutié encuentra nido, es ahí donde encontró un buen puerto para que atraque su crisis personal.

Me sorprende como en un mes deja de estar "en el corazón de la Iglesia", pudiendo estar en él y también en el de una mujer, siendo un laico comprometido y no un sacerdote disidente.

En fin, desertó quizá porque sus cimientos no eran tan firmes como creía, o bien, porque como decían nuestros abuelos, "jalan más un par de tetas, que una yunta de bueyes". Usted dirá padre Alberto.

Sólo deseo, y sé que es el deseo de muchos, que su mal ejemplo (no el de enamorarse) sino el de salir corriendo del corazón de la Iglesia, no sea seguido por sus parroquianos.

Por Jorge Zúñiga Abarca

miércoles, 27 de mayo de 2009

Ángeles y Demonios, una inofensiva película


He podido leer en las últimas semanas algunas medios de comunicación que tratan de hacer alarde de la película “Ángeles y Demonios” basada en la novela escrita por Dan Brown.

La verdad, y es que para ser sinceros poco me ha interesado el tema en cuestión, sobre todo por la historia que le precede. Si bien es cierto, nunca me ha interesado por leer a Dan Brown, sí tuve la oportunidad de mirar la película denominada “El Código da Vinci”, y quedé decepcionado, ya que me pareció un juego mal intencionado para tratar de ganar adeptos a costa de algunas ilusorias ideas sobre la Iglesia católica. Es por ello que “Ángeles y Demonios” ni siquiera me ha impulsado para mirar la cartelera, sin embargo no descarto perder un rato de mi tiempo mirándola para luego poder criticarla con mayor fundamento.

En fin, antes de ir a una sala de cine a ver la película en cuestión, quiero dejarles algunas frases con las que L`Osservatore Romano, el diario oficial de la Santa Sede, ha calificado la ya taquillera película, en la cual desestima toda la alharaca que muchos medios de comunicación han querido hacer alrededor de la polémica que creyeron podría generar una desteñida historia en la que nuevamente se utiliza a la Iglesia como herramienta para ganar “raiting”.

L`Osservatore la calificó como “inofensiva”, como “una operación comercial gigantesca e inteligente” llena de “personajes estereotipados”. Por último el diario concluye que la película ofrece “más de dos horas de entretenimiento inofensivo que difícilmente afecta la genialidad y misterio del cristianismo”, y agregó que es “un videojuego que despierta curiosidad y también, quizás, es un poco divertido”.

En conclusión. dejémonos de polémicas infundadas, a la Iglesia lo que le da es risa la novelita y su película, puesto que en nada refleja la realidad ni la historia del catolicismo, y a quien le afecte lo mostrado ahí, es simple y sencillamente por ignorancia y por algún problema psicológico por el cual no le es capaz de distinguir entre ficción y realidad.

Me parece que lo preocupante y doloroso, es que una vez más se utilice a la Iglesia y al Papado como medio para vender, inventado historietas de cuarta alrededor de la Santa Iglesia, con el único ánimo de llevar dólares a los bolsillos de unos pocos.

Por: Jorge Zúñiga Abarca

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