El enfado del papa llega después de que este semanario de información general adelantase en su página de Internet una parte del reportaje que publicará mañana y en el que se ve cómo unos 150 invitados asistieron a la ceremonia de canonización del pasado 27 de abril desde la azotea del edificio vaticano, para después disfrutar de una fiesta y un bufé que costaron a patrocinadores privados unos 18.000 euros.
Según “L’Espresso”, al papa tampoco le gustó que se celebrase una eucaristía en la azotea y cómo se dio la comunión con las hostias dentro de un vasos plásticos.
“Como muchos de vosotros, yo también me he quedado sorprendido e
indignado por esta mezcla (entre lo mundano y lo religioso). He iniciado
inmediatamente la búsqueda de una respuesta que todavía está en curso y
he informado a todas las autoridades superiores para intentar encontrar
al responsable de todo esto, que choca con el espíritu de una
canonización y sobre todo con el estilo que el papa Francisco quiso dar a
esta celebración, un estilo de sobriedad y de participación popular”, dijo el cardenal Versaldi.
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