Un amable lector de Codex Vaticanum, José Luis de Torres Jiménez, nos envía el siguiente análisis, sobre los vasos plásticos utilizados en la JMJ de Brasil. Vale la pena leerlo con atención. Hace un análisis apoyado en la escritura.
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Por: José Luis de Torres Jiménez
Que Dios le bendiga a todos.
Mis buenos hermanos., hemos de ser prudente, porque los enemigos de Cristo, usan también de la Palabra de Dios, no para glorificar al Señor, sino para salirse con la suya.
Veamos, si Dios siendo rico y generoso, nos da muchos beneficios, precisamente, hemos de recordar, que Caín, de todo lo que ofrecía a Dios, sacrificaba lo que no valía, y para él, se quedaba con la mejor parte.
Luego, en el Evangelio leemos en el Evangelio:
• Mateo 27, 57-60: «Al atardecer, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que se había hecho también discípulo de Jesús. Se presentó a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato dio orden de que se le entregase. José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia y lo puso en su sepulcro nuevo que había hecho excavar en la roca; luego, hizo rodar una gran piedra hasta la entrada del sepulcro y se fue. »
¿Qué podemos observar en este pasaje que acabamos de leer?
1. El buen trato que hizo una persona que amó profundamente a Cristo; con verdadera reverencia y ternura.
2. Sábanas limpias, sin estrenar. Nuevas.
3. La sepultura no había sido estrenada, Jesús fue el primero. Y por respeto a Cristo no volvió a usarle. Pues el rico generoso, se haría otra.
En otra parte San Juan Bautista, reconoció y que no se reconocía merecedor siquiera de desabrochar las sandalias del Divino Maestro. Y cuántos hoy, que han perdido de vista a Cristo, pues no le sigue con el corazón, sino tibiamente. A Jesús, según los injustos, no está mal, que también la Sagrada Hostia se distribuya en vasos desechables, esto no es amar a Dios de ninguna manera. Porque los de los vasos desechables, es la tacañería que se hace con los asuntos de Dios, mientras que para sí mismo, no se priva de su dinero para ir al cine, a eventos deportivos, a cualquier tipo de diversiones que el mundo les ofrece, para sí mismo no es tacaño, pero sí para Dios.
• 2 Corintios 9, 5-6: «Por tanto, he creído necesario rogar a los hermanos que vayan antes donde vosotros y preparen de antemano vuestros ya anunciados generosos dones, a fin de que sean preparados como dones generosos y no como una tacañería. Mirad: el que siembra con mezquindad, cosechará también con mezquindad; el que siembra en abundancia, cosechará también en abundancia.»
¡Cuánta iniquidad para con Dios! ¡Cuánta mezquindad!, ¿verdad hermanos?
¿Acaso que todo los beneficios que recibimos no lo hemos recibido del Señor? Pues al Señor se le ofrece todo lo mejor, lo más puro. ¿Cómo se atreve quien tiene el corazón y la mente de Caín, ofrecer lo que es feo?
¿No os parece, queridos hermanos, que no podemos corresponder la generosidad de Dios, con nuestros egoísmos?
Es un disparate pensar que los vasos desechables, se usan como vasos sagrados. ¿Dónde se guardará luego, si se multiplican los vasos para la distribución de la Sagrada Comunión? Os digo hermanos, que esta maldad no sucedió en la JMJ Madrid 2011, pues las parroquias colaboraban, y también, supongo, que muchos sacerdotes, llevarían el copón, de sus propias parroquias. El problema de Brasil, que se piensa más en la mundanidad que en una vida santa conforme al Evangelio de Cristo, pues según algunas estadísticas, hay un descenso de los católicos, pierden la fe y se hacen sectarios o irreligiosos, delincuentes.
El Evangelio es claro, cuando nos presentamos al Señor, aunque seamos pobres, debemos ir lo más decente y honesto, ¿o es comportarse como aquel siervo desagradecido y perezoso que por no hacer las cosas conforme a lo mandado enterró su talento bajo tierra? (Cfr. Mt. 25, 23-30).
Tan generoso que es el Señor para con nosotros, ¿y vamos a ser extremadamente tacaño? ¿Dónde está esa misericordia para con Dios?
No hermanos, no podemos engañarnos, los vasos desechables, la Iglesia que yo sepa no lo considera como "vasos sagrados".
La tacañería no es un medio para amar a los pobres, quitárselo a Cristo para darlo a los pobres, no, lo que debemos hacer, que de lo nuestro, debemos tambien ayudar a los pobres, pero desde Cristo, nunca más desde el egoísmo, ni de la codicia.
Aquí no se trata de discusión sino de defender los derechos de Cristo, si lo hacemos de verdad, a los pobres no faltarán nuestro amor y caridad. Pero si con el Señor obramos con tacañería, es que tratamos de esconder lo que no queremos dar a los pobres, sino que sería para nosotros, para nuestros caprichos.
Vuelvo a insistir, que lo de los vasos desechables, es una injusticia que se ha cometido contra Cristo.
Siempre ha sucedido, que aquellos que critican sobre las "riquezas de la Iglesia", nunca han hecho nada ni harán nada por los pobres, sino que si el copón es de oro, de plata, etc. pero nada de nada para los más necesitados. Ahí están los sembradores de iniquidad. Es verdad, que algunos quieren expresarse para contradecir a la Iglesia Católica, no la ama, pues no ama a Dios. Fingen preocuparse de los pobres, pero fingir no quiere decir estar en la verdad.
Había referido también arriba, que si había de verdad, copones para distribuir la Sagrada Comunión. Cada sacerdote, podía haber llevado la que le corresponde. Por lo que ya no era necesario los vasos desechables, que luego, terminan en la basura, agravando así la situación de pecado.
Nota: Las opiniones de terceras personas, no son necesariamente compartidas por Codex Vaticanum
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